miércoles, 6 de abril de 2011

Holguín: una mirada a la Serie Nacional de Béisbol para corregir el tiro

Cuando los Play Off de semifinales ocupan la atención de millones de aficionados al béisbol en el país, aquí en Holguín se trabaja con organización e inteligencia para que no se repitan actuaciones como la archivada en la actual serie nacional. No con la intención de “hacer leña del árbol caído” sino más bien de tomar referencias para “corregir el tiro” en el futuro, bien vale la pena apelar a algunos datos estadísticos que reflejan las debilidades y fortalezas mostradas por el equipo de nuestra provincia en el torneo élite del béisbol cubano. Como se esperaba, resultó el picheo el departamento de peor rendimiento en la contienda al trabajar para un promedio de carreras limpias (pcl) de 6,03, en el lugar catorce entre los dieciséis participantes, además de soportar un average ofensivo de 311, en el puesto trece de la lid. El descontrol fue otro de los elementos negativos que padecieron nuestros serpentineros al regalar 384 boletos (4,3 por juego), 96 más que los ponches propinados (288), en ambos indicadores en el penúltimo lugar, solo por delante de Metropolitanos. Claro, el picheo no puede cargar con toda la culpa de ese negativo balance de victorias y derrotas , 29 y 60, pues la ofensiva, individualidades aparte, tampoco pudo aportar lo necesario, lo que se confirma al analizar determinados parámetros estadísticos. El average colectivo (288) estuvo diez puntos por debajo de la media del campeonato (298), para clasificarse en el antepenúltimo lugar entre los participantes. Los holguineros anotaron 415 carreras y de ellas 381 fueron impulsadas por sus bateadores, penúltimos en ambos casos, mientras faltó la ofensiva de largo metraje, ya que los 64 cuadrangulares conectados los ubica en el peldaño 14 de la serie. Fue la defensa el “oasis” del equipo de Holguín para intentar “ahogar las penas de tantos sinsabores”, la que con su average colectivo de 977 se ubicó en un prestigioso segundo lugar, solo por debajo de Ciego de Ávila (981). Dentro de la defensa sobresalió sobremanera la combinación de doble-play, de los jugadores de cuadro sobretodo, capaz de realizar 138 jugadas de ese tipo, cifra solo superada por Guantánamo (147), record para el evento. También debemos resaltar que nuestros receptores, a pesar de su juventud y de no tener una figura de vanguardia, fueron los que más cogidos robando lograron (45) de los 83 que salieron en búsqueda de estafar, para un promedio de efectividad de 54,2 %, sextos en la lid. Potenciar los aspectos positivos y eliminar los negativos es la tarea que tienen por delante los “responsables de la pelota” holguinera, algo que se escribe fácil pero que constituye una tarea ardua, pero es la única alternativa para colocar a nuestro béisbol al nivel que exige y merece la afición local.

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