Mientras
ocho equipos se afanan en transitar hasta semifinales en los cuartos de final
de la LI Serie
Nacional de Béisbol otros nueve elencos, entre ellos Holguín, se toman un breve
descanso y afilan sus armas para buscar una mejor ubicación en la próxima
contienda.
Holguín
con balance de 44 victorias y 52 derrotas que lo ubicó en el duodécimo puesto
de la tabla general de posiciones con 15 triunfos más que en la pasada campaña,
doce de ellos en los 89 juegos iniciales, cantidad efectuada en la L serie, no tiene demasiados
motivos para festejar pero se reconoce un discreto avance.
Una
sencilla comparación con la pasada edición de nuestro torneo nacional nos conlleva
a concluir que ese discreto avance se lo debemos a la mejoría experimentada en
el picheo, pues la defensa mantuvo un rendimiento similar y la ofensiva mostró
un significativo retroceso, algo presentido
antes de iniciarse la competencia.
Precisamente
comenzaremos a analizar el rendimiento de nuestros lanzadores que culminaron
con un promedio de carreras limpias (PCL) de 4.77 mucho mejor que el archivado
en la edición anterior (6.03) cuando se permitieron 112 carreras merecidas más que en la serie actual.
Claro,
este avance no puede deslumbrarnos hasta desconocer trascendentes debilidades
que mostraron nuestros serpentineros en
la actual campaña, como lo fue el descontrol que los llevó a otorgar 391
boletos y propinar 98 pelotazos, en ambos casos el segundo peor resultado entre
los 17 elencos participantes.
En el
staff de lanzadores holguinero los mayores titulares los merecieron el
relevista Pablo Millán Fernández Rojas y el abridor Raimar Navarro Mendoza.
Fernández
Rojas terminó con balance de siete victorias y cuatro derrotas, salvó 18 juegos
(nuevo record para un holguinero), le batearon solo para 197, archivó siete
participaciones en lechadas, y su PCL
fue de 1.52 (16 limpias en 95 entradas) que lo convirtió en el líder de picheo
en la serie.
En tanto
Navarro Mendoza tuvo una foja de 11 y 9, con un partido salvado, terminó con un
PCL de 3.26 le conectaron para 244, propinó una lechada y tuvo tres
participaciones en blanqueadas, una de ellas, junto a Pablo, constituyó un
juego de no jit no run.
No
podemos soslayar las siete victorias per cápita obtenidas por Yusmel Aguilar y
Carlos Olexis González y algunas buenas presentaciones realizadas por Yaisel
Sierra que aportó una victoria y tres juegos salvados.
Con un
equipo muy similar al presentado en la anterior serie pero con la ausencia de
Edilse Silva y Yunior Paumier, quienes en esa campaña aportaron de conjunto 131
impulsadas, 29 jonrones, dos triples y 47 tubeyes, se presentía que este
departamento sería uno de los más afectados, como realmente ocurrió.
En esta
ocasión el equipo mostró un bateo colectivo de
273 (12mo lugar) muy por debajo del 288 de la temporada anterior, además
de impulsar 339 carreras (15to lugar y 42 menos) y anotar 361 (16to lugar y 54
menos).
Los
bateadores de Holguín solo dispararon 189
extrabases (112 dobles, 20 triples y 57 cuadrangulares), 45 menos que en la
serie L, y solo por delante de Mayabeque (171), además fueron los últimos en
boletos recibidos (169) y los oncenos en ponches recibidos (411).
Entre
los bateadores el mayor reconocimiento lo merece Yordán Manduley
al
concluir con average de 351 (5to mejor de la serie), 130 jits (2do) y 58
carreras impulsadas, 25 de las cuales sirvieron para empatar o tomar el mando,
apartado que colideró con Alfredo Despaigne (Granma) con 25.
También
tuvieron una buena serie a la ofensiva
Máikel Cáceres, el otro holguinero con más de cien inatrapables (103),
con average de 307, José Antonio Castañeda (311), y Ángel Mario Tamayo (303).
Otros,
sin archivar altos promedios de bateo, tuvieron una aceptable contribución a la causa local, por la
cantidad de carreras impulsadas, como fueron; Leris Aguilera (52), Yoanis
Quintana (40), Geydis Soler (36), Yeison Pacheco (33) y Oscar del Rosario (25).
La
defensa de los “sabuesos” mantuvo la hermeticidad de la pasada campaña con
igual promedio colectivo de 977 (4to y 5to lugares) donde nuevamente resaltó la
cantidad de corredores cogidos robando (69-1ro)
y la relación de corredores salidos al robo y atrapados (de 112-69) para un
61.6 %, la mejor de la lid.
En la
defensa del campo resalta nuevamente el torpedero Yordán Manduley con solo siete errores en 479 lances para un excelente promedio de 985 y 82 participaciones en doble-play, así como
Yeison Pacheco con diez pifias en 496
lances para un promedio de 980 y 75
participaciones en doble matanzas y Leris Aguilera que solo falló tres veces a
la defensa en 843 lances para average de 996.
De forma
especial hay que reconocer a nuestros receptores por su efectividad defensiva,
sobre todo Franklin Aballe capaz de
atrapar a 38 de los 62 corredores que le salieron al robo (61.3 %) y
con solo tres errores en 334 lances para un average de 991 , mientras Ángel Mario Tamayo enfrió a 20 de
los 36 hombres que intentaron “estafarle” una almohada (55.5 %).
El
conocimiento preciso de nuestras fortalezas y debilidades permitirá, con mucho
talento y trabajo, continuar potenciando las primeras y eliminando las segundas
para aspirar a resultados superiores, sin esperar saltos bruscos, los que
pudieran ser engañosos.
Un buen momento para
comenzar a probar nuevas estrategias será la XXXVI Serie provincial de
Béisbol que será inaugurada el próximo viernes.