A DIEZ AÑOS DE UN HISTÓRICO TRIUNFO DEPORTIVO…VII
Una victoria espectacular
Era la noche del jueves 6 de junio de 2002 desde mucho
antes de iniciarse el partido estaban copados todos los sitios en el estadio
Calixto García, que no parecía ya tan espacioso como en otras ocasiones, la
reñida victoria en el primer juego en esta semifinal oriental de la
XLI Serie Nacional ante Villa Clara había inyectado nuevos bríos
a la exaltada afición local.
El derecho Eliecer
Montes de Oca y el zurdo Oscar Gil fueron las designaciones de Victor
Mesa y Héctor Hernández, respectivamente. Tras un tercio sin anotaciones los
villaclareños inauguraron la pizarra en la apertura del cuarto capítulo. Con
esa ventaja mínima de 1x0 transcurrió el partido hasta el cierre del octavo. En
el séptimo inning Gil, con una sucia soportada, cinco hits, tres ponches y un
boleto, cedió el montículo a Orelvis Ávila. Por “los naranjas” Montes de Oca se
mantenía dominante.
Pero en ese octavo capítulo Eddy Suárez, que entró por
Ernesto Martínez, empujó el empate, así llegó el choque al noveno.
La tropa villaclareña marcó una carrera sucia en el noveno
y puso contra la pared a la armada local, que en su última oportunidad ofensiva
cedió los primeros dos outs, Villa Clara estaba a un out de empatar el Play Off
semifinal, y Montes de Oca, aunque había soportado diez incogibles, había
controlado la situación.
Un rolling por el campo corto de Roinyel Varona propició
error del estelar Eduardo Paret, quien ha expresado que esta ha sido la pifia
más costosa de su vida. Un hálito de
ilusión sopló en la afición holguinera, la última esperanza se llamaba Juan
Rondón, que esa noche llevaba de 4-1.
A las 12.21 de la madrugada del viernes 7 de junio los villaclareños
estupefactos veían como la victoria se le escapaba de las manos, mientras la
pelota volaba por encima de la cerca del jardín izquierdo, nunca la instalación
deportiva, con 21 años de vida, había sentido una explosión de júbilo como
aquella, Rondón tuvo que abrirse paso entre peloteros y aficionados para llegar
deslizándose a la goma, una hora después de concluido el juego el público se
mantenía en las gradas, aun no daba crédito a lo vivido.
Un colega me contó que esa madrugada Victor Mesa la pasó
en vela en un butacón del lobby del Hotel Pernik.
Para Orelvis Ávila fue su segunda victoria con un revés en
la postemporada, en la que ya tenía un salvamento…En la campaña archivaba 16 y
8.
Con ventaja de dos-cero los “impresionantes cachorros” se
despedían de su afición para celebrar tres partidos en el Augusto César Sandino
de Santa Clara.
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