A DIEZ AÑOS DE UN HISTÓRICO TRIUNFO DEPORTIVO…XVI
La añorada victoria
Era el viernes 28 de junio de 2002, los holguineros
estaban concientes de que aquella sería un día histórico, independientemente
del resultado del partido que decidiría
el campeón de la LXI Serie
Nacional de Béisbol entre los “cachorros” de Holguín y los “gallos” de Sancti
Spíritus.
A las nueve y cuatro minutos de la noche Nelson Díaz
decretó el “Play” y más de 20 mil aficionados, instalados desde hacia varias
horas en el estadio Calixto García, junto a miles y miles que seguían las
incidencias por la radio y la televisión comenzaron a liberar sus tensiones.
En la colina espirituana se erguía, el hasta el momento
intransitable, Ifreidi Coss y en el
diamante local otro coloso, Orelvis Ávila, quienes durante el primer tercio del
desafío solo toleraron ceros en la pizarra.
En el cierre del cuarto episodio Ernesto Martínez, en
conteo de 3 y 1, a
las 10.08 PM desapareció la pelota por el jardín derecho, con este cuadrangular
no solo puso a su equipo al frente, sino que rompió una cadena de 21 escones
consecutivos eslabonada por Ifreidi ante los bateadores holguineros.
En el cuarto capítulo el alto mando espirituano Lourdes
Gourriel envió al box al superveloz Maels Rodríguez, pero Juan Rondón logró
descifrar sus lanzamientos y conectarle una línea dura a la pradera derecha que
alcanzó la condición de tubey, luego vino Waldo Denis y con rolata por encima
de segunda, que no pudo atrapar el torpedero Arrozarena, empujó la carrera que
a la postre fuera decisiva.
Con ventaja de 2x0 llegó el partido decisivo al noveno
episodio con Orelvis dueño absoluto de la situación.
En la apertura del último chance para los “gallos”,
Osdelvis Bernal y Luis Enrique Gourriel, sexto y séptimo en el line up,
cedieron el out fácilmente en rolling a tercera, Holguín se había colocado a un
out del añorado título.
Pocos entonces imaginaron que para atrapar el trofeo
habría que vivir 35 minutos de extrema tensión, sin dudas los de mayor tirantez
vividos jamás por la afición holguinera.
Luego de esas dos cómodas conexiones vino a empuñar Ixis
Valle, quien había sustituido en el séptimo episodio al designado Yoanis
Delgado y fallado en bounce al picher,
pero en esta ocasión pegó jit al jardín derecho, a continuación Reynier
Yero, de emergente por Omar Arrozarena, conectó tubey de línea a la pradera
izquierda que se fue de baounce por encima de la cerca lo que impidió que
anotara Valle.
Con bases llenas se iba Orelvis, tras realizar la mejor
faena de su vida, y se encargaba de la súper complicada situación el zurdo
Oscar Gil, quien insistió en hacerlo aunque estaba de baja médica, ahí el
bateador zurdo Yunier Mendoza fue sustituido por el novato Yonelki Villaspando,
quien recibió boleto, empujando la primera carrera de su equipo y dando paso al
temible Frederich Cepeda.
Lo acontecido entonces, a las 11 y 46 de aquella noche, el
ponche a Cepeda colocado a la derecha, en dos y dos y bases llenas, quedará
registrado en la memoria historia de la pelota cubana y de forma especial para
los aficionados de Holguín. Para Gil resultó su ponche Mil 414 en nuestras
campañas nacionales.
Fue el partido 1582 de Holguín en series nacionales,
los holguineros habían esperado un
cuarto de siglo para disfrutar un triunfo de esta índole comenzaba entonces un
festejo popular que se extendería durante días y que hoy, diez años después,
aun continúa.
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