A DIEZ AÑOS DE UN HISTÓRICO TRIUNFO DEPORTIVO…XII
Se empareja la batalla
Algunos vacíos en el graderío revelaban la consecuencia de
la lechada sufrida por los locales en el partido anterior, exactamente a las 9.00
de la noche del miércoles 19 de Julio de 2002 en el estadio Mayor General
Calixto García comenzaba el segundo juego de la gran final de la
XLI Serie Nacional de Béisbol que
protagonizaban Sancti Spíritus y Holguín.
Dos zurdos eran los encargados de escalar el montículo
Ramón Licourt por los visitantes y Oscar Gil por los de casa.
Los “cachorros” comenzaron impetuosos y tras el cero
recibido por sus oponentes, pisaron cuatro veces la goma en el cierre del
primer episodio, sacando del box a Licourt y al primer relevista Noelvis Hernández,
recibido con jonrón de Juan Rondón, quienes no facturaron out y dieron paso a
Ángel Peña, que soportó una de las anotaciones de ese innnig.
Gil dominó sin dificultades también el segundo capítulo,
pero en tercero llegó la rebelión yayabera al marcarle cinco carreras para
tomar el mando, aquí Frederich Cepeda le botó la pelota con las bases llenar lo
que decretó su explosión, seguidamente
vino Félix Borbón que enfrentó a dos hombres y ambos le pegaron de jit,
incluyendo el cuadrangular de Eriel Sánchez, y entonces Juan Enrique Pérez
escaló el montículo.
En la conclusión del tercero los holguineros negociaron el
empate por “vuelacercas” de Ernesto Martínez y en el cuarto agregaron tres para
tomar el mando 8x5 y quitarse de arriba al relevista Peña, que se fue a las
duchas con cinco limpias a su expediente y dejó en la lomita a Yosley Hernández
a quien los “cachorros” le agregaron otras dos en el sexto, impulsadas por
Yoanis Quintana con batazo de cuatro esquinas, por lo que el relevista cedió su
sitio a Eliecer Álvarez.
Ante un parpadeo de Juan Enrique en la quinta entrada, fue
sustituido por Orelvis Ávila, que transitó 2 2/3 entradas sin permitir
anotaciones y llevó el partido al cierre del noveno episodio con amplia ventaja de 10x5.
Cuando la afición holguinera daba por descontada la
victoria de los “cachorros” se produjo una potente reacción de la armada
espirituana, ya con cuatro sustitutos en su alineación, capaz de marcarle cinco
carreras al hasta entonces intransitable Orelvis Ávila, y empatar
espectacularmente el desafío a diez anotaciones. Con un out en la pizarra entró
“el conde de Báguano” para paralizar la sublevación espirituana.
En el cierre del noveno los holguineros se encontraron
trepado en el box al más veloz y
ponchador de los lanzadores cubanos del momento, Maels Rodríguez.
De ahí en adelante el choque pareció congelarse, con dos
protagonistas, los lanzadores, los demás parecían figurantes o extras, ante
Luis Miguel habían comparecido doce bateadores y solo dos llegaron a las bases,
uno por sencillo y otro por boleto, seis habían “abanicado”, la labor de Maels
era aun más majestuosa, once bateadores se habían presentado ante él, ninguno
de ellos le había pegado de jit, seis fueron ponchados y dos se embasaron por
base por bolas.
Así se abrieron las puertas del duodécimo inning, con
empate a diez, Oscar del Rosario se
apuntó el primer indiscutible, infieldhit por el campo corto, luego el
inicialista Gabriel Rojas se sacrificó tocando por tercera, para llevar a
Rosario a segunda. A la 1.48 minutos de la madrugada del jueves 21 de junio de
2002 Yoanis Quintana enmudeció las huestes espirituanas con cañonazo al central
que trajo la victoria 11x10. Con la final empatada, el tercer juego se desarrollaría el próximo
viernes 21.
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