miércoles, 11 de julio de 2012

Más aciertos que desiertos en la Serie Provincial de Béisbol en Holguín

Con muchos más aciertos que desaciertos culminó este domingo la XXXVI Serie provincial de Béisbol en Holguín con la merecida coronación del equipo de Gibara, tras 27 años de espera.

La utilización de una estructura novedosa con dos etapas preliminares, donde en la segunda los mejores equipos de una zona se enfrentaron a sus iguales de la otra, gustó en sentido general.

Otro elemento aprobado por la gran mayoría fue la posibilidad de que atletas destacados de los equipos fuera de la segunda fase participarán como refuerzos de los clasificados, pues además del justo reconocimiento a estos beisbolistas, ayuda a elevar la calidad de los elencos que se mantienen en concurso.

Otra fortaleza del campeonato resultó el cumplimiento de la casi totalidad del calendario, pues en la primera parte de la lid cada equipo desarrolló todos los partidos programados, y en la segunda solo no se efectuó la subserie entre los Vaqueros de Calixto García y los Diablos Rojos de Moa, pospuesta por la fiestas populares en la tierra del níquel, y luego innecesaria para la clasificación hacia la discusión de las medallas.

Vemos con buenos ojos que Gibara se haya llevado el trofeo mayor, porque constituye la coronación al esfuerzo de muchos años, tanto de atletas como entrenadores que en varias ocasiones habían rosado la miel del título, pero que desde 1985 le había resultado inasequible.

También resulta positivo para la pelota holguinera el ascenso de Sagua de Tánamo a la élite, ya que es esta una tierra prodiga en peloteros de calidad que han merecido la gloria, además vale recordar que los cafetaleros, en los primeros quince campeonatos provinciales, lograron coronarse en seis ocasiones, y todo parece indicar que no demorarán mucho en conquistar su séptima corona.

También las palmas para los Azucareros de Cacocum que en cinco peleados encuentros derrotaron al campeón defensor y nueve veces titular, los Tigres de Báguano, para merecer la medalla de bronce y aliviar el dolor de la barrida sufrida el pasado año en el Play Off final ante estos propios sus rivales.

Estas son evaluaciones obvias que se desprenden de resultados palpables o visibles, pero sabemos que no todo fue color de rosas en el evento, y que ante la mirada escrutadora de los directivos y especialistas  de la Comisión Provincial saltan muchas insuficiencias que lastran la calidad técnica del evento y que pueden comprometer el futuro del béisbol en Holguín.

Conocemos que la dirección de equipos sigue siendo una debilidad en la provincia, como lo es en el país, y son recurrentes sistemas de preparación obsoletos, escaso arsenal de tácticas y estrategias en las diferentes situaciones de juego, tratamientos paternalistas hacia aquellos atletas con determinado historial, y desconocimiento de las Reglas Oficiales del Béisbol que muchas veces llevan a los managers a cometer violaciones que empañan el espectáculo.

También se perciben actitudes negativas de peloteros que no ponen alma, corazón y vida en el terreno, y muestran bajo sentido de pertenencia y  de compromiso para con su equipo y su afición, actitudes deleznables que merecen ser combatidas con rigor.

Es una realidad que no en todos los municipios el apoyo a la pelota es el adecuado, y en muchos de ellos solo se realizan evaluaciones post competencia, pero no se le brinda el seguimiento necesario al equipo durante la competencia, impidiendo que necesidades individuales y colectivas puedan ser atendidas.

No por repetido resulta válido expresar que la mayor responsabilidad en el desarrollo del béisbol está en los directivos del deporte, junto a  entrenadores y atletas, pero ellos necesitan del apoyo concatenado de las direcciones políticas, administrativas y sociales de cada territorio, y en eso los municipios de Sagua de Tánamo y Gibara, en esta ocasión, resultaron dignos ejemplos.


0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio